junio 15, 2025

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PLASTILINA MOSH SE PRESENTA EN EL PEPSI CENTER

PLASTILINA MOSH en el pepsi center

Regresa a la Ciudad de México para poner a bailar a sus fans con sus grandes éxitos

Después de 8 años de no lanzar nueva música,

Jonás y Rosso dieron a conocer su nuevo sencillo, Ilegal, donde participó el músico Al Jourgensen de la banda  de metal industrial Ministry

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Plastilina Mosh, el dueto regio con influencias de rock, electrónica, hip hop y jazz, anuncian su regreso a los escenarios de la capital mexicana el próximo sábado 21 de junio.

El Pepsi Center será el epicentro perfecto para una noche llena de mucha música y baile, donde se escucharán sus épicas canciones como “Mr. P-Mosh”, “Afroman”, “Human Disco Ball”, “Peligroso Pop”, “Monster Truck”, “Nalguita”, “Niño Bomba”, y más.

PLASTILINA MOSH en el pepsi center

 

La banda regiomontana regresó con todo este 2025 con su nuevo sencillo “Ilegal”.

En su respectivo video muestran una serie de imágenes con una gran carga política que enaltecen el mensaje de la canción y donde Jonás y Rosso exploran nuevas alternativas audiovisuales con las que buscan mantenerse frescos y activos.

A casi 30 años de su nacimiento como proyecto musical, Alejandro Rosso y Jonás González conforman una de las bandas mexicanas más importantes de la escena. Sus influencias van desde el jazz, rap, rock y hip hop, así como la electrónica. Su éxito es tan importante, que han sido nominados al Grammy Latino y a varios premios nacionales.

Otra de las nominaciones que han conseguido, es como “Mejor Artista” en premiaciones locales. Su catálogo incluye los álbumes: Aquamosh (1998), Juan Manuel (2000), Hola Chicuelos (2006), Tasty + B Sides (2006) y All U Need Is Mosh (2008).

Cabe mencionar que tres de sus canciones más emblemáticas, “Peligroso Pop”, “Let U Know” y “Aquamosh” se inmortalizaron en las ediciones del video juego, FIFA 2007 Y FIFA 2009, llevando así su irreverente energía a las canchas virtuales.

Desde sus primeros atisbos con «Aquamosh» (1998), Plastilina Mosh dejó claro que no venían a seguir ninguna fórmula. La aparente despreocupación de sus composiciones escondía una meticulosa deconstrucción musical.

 

Tomaban elementos del lounge, el funk, el hip-hop, el rock alternativo y hasta el bolero, los trituraban y los reensamblaban en collages sonoros que eran a la vez familiares y completamente nuevos.

 

Esta poligamia estilística no era un mero capricho; era la médula de su creatividad, permitiéndoles moverse con libertad en un paisaje musical que otros percibirían como restrictivo. Cada tema era una cápsula del tiempo y del espacio, un viaje inesperado que podía llevarte de un dance floor a una tarde en una cafetería jazz.

 

La lírica de Plastilina Mosh es otro pilar fundamental de su ingenio creativo. Lejos de las narrativas lineales y predecibles, Jonás González construye versos que a menudo desafían la lógica, pero que resuenan con una verdad extraña.

 

Es una lírica que juega con el Spanglish de forma orgánica, reflejando la realidad bicultural de México. Sus letras son inteligentes, irónicas y a veces profundamente poéticas, explorando temas que van desde el amor y el desamor («Mr. P Mosh», «Nalguita») hasta la crítica social («Te lo juro por Madonna») o la introspección personal («Bass & Drums»).

 

La habilidad para conjugar lo banal con lo profundo, lo gracioso con lo melancólico, es una marca distintiva de su genio. Sus canciones no solo se escuchan, se sienten y se piensan, invitando a una interpretación activa por parte del oyente.

El uso de samples y las texturas electrónicas, a menudo creadas con una paleta de sonidos que parecían extraídos de videojuegos o viejas cintas de jazz, demostraban una audacia sónica notable.

Rosso y González no solo sampleaban; recontextualizaban. Un fragmento de una canción clásica podía convertirse en el groove central de un tema electrónico, o un sonido ambiental podía transformarse en el gancho melódico. Esta capacidad de re-imaginar y re-significar el sonido es una manifestación pura de creatividad musical, transformando lo existente en algo completamente inédito.

A lo largo de su discografía, desde la sofisticación de «Hola y Adiós» (2000) hasta la experimentación de «All U Need Is Mosh» (2007), Plastilina Mosh nunca ha dejado de explorar. Su creatividad no se ha estancado en una fórmula exitosa, sino que ha mutado y evolucionado, manteniendo siempre esa chispa de imprevisibilidad que los caracteriza. Son la banda sonora de la mente inquieta, de aquellos que encuentran belleza en la fusión y el caos controlado.

En definitiva, la creatividad de Plastilina Mosh radica en su valentía para romper moldes, en su habilidad para tejer un tapiz musical con hilos de distintas procedencias y en su visión lúdica pero aguda del mundo.

 

No solo hicieron música; crearon un lenguaje propio, un universo sonoro donde la irreverencia es sinónimo de arte. Su influencia perdura, y su legado creativo es un recordatorio vibrante de que la música más original a menudo surge de la libertad de no encajar en ninguna categoría preestablecida.